Duele ver como cada 15 cuesta más. Duele contar y recordar cuanto tiempo sin ti. Y es que sí, duele.
Cada palabra,cada historia, cada dicho proveniente de ti.
Una silla negra rodeada de cojines y encima.. tú.
Tras sustos y disgustos nos dieron un año de propina contigo.
Pero si puedes, míranos, fuertes y rotos.
Sigues aquí.
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