Creo que somos muchos los que nos sentamos en un banco cualquiera, la hora da igual, pueden ser las 7 de la tarde, al fresquito, en un banco en plena sobrita donde corre una pequeña brisa de aire. Y comienzas a cuestionar la vida de otros. No sé, será que somos cotillas o que nos gusta saber cómo manejan cada uno su vida por si podemos sentirnos afortunados o quizás unos desgraciados, o mejor dicho inferior.
Y mientras que estas sentado piensas: qué guapo, guapa, feo, alto, bajo..¿será feliz?¿dónde irá?¿le gustaran las verduras?..Y tú mismo te comparas. Y por unos segundos paras de hacer eso y te das cuenta de que hablas solo, empiezas a darte cuenta de que vas siendo tarde. Pero antes de levantarte del banco y desperezarte, te imaginas a alguien que está haciendo lo mismo que tú en el mismo momento. Es como cuando vas a un centro comercial y al subir por esas escaleras mecánicas, aburridas o divertidas, bostezas, toses o estornudas y con una pequeña sonrisa inesperada ves que otro ha hecho exactamente lo mismo. Se te viene a la cabeza la imagen de un chino o tal vez de un americano, o de muchos, haciendo eso.
Te levantas y cuando vas a volverte a coger tu botellita de agua que la tenias al lado, ves reflejada en un cristal a una chica,una chica bastante guapa la verdad. Y te vuelves rápidamente y se empieza a pasar por tu cabeza tu vida junto a ella. Años de novios, boda, casa, nombres de niños, niños y más niños, colegios, institutos, universidades..Se te cae la botella, te mira, se ríe y te largas.
